miércoles, 3 de febrero de 2010

Una historia admirable

¡Madre no hay más que una, y como la mía, ninguna!, dice el saber popular. Pues bien, la figura de la madre es vital es nuestra sociedad. Los pilares familiares se basan en ella, y sin ella, la familia es harto complicada, no imposible. El concepto de familia ha evolucionado con el devenir de los años, y las familias monoparentales son una realidad hoy en día. Quizá sea un paso más en nuestro individualismo, ¡quién sabe! No es algo que me interese mucho, pero está ahí y punto.
La historia que cuelgo a continuación es la de una madre que observa como su hijo se marcha a la II Guerra de Irak, y éste regresa literalmente hecho trizas. Es una historia muy bonita, y triste, pero a la vez nos muestra como los lazos afectivos entre madre e hijos son inquebrantables, y eso es muy bonito.
Espero que os guste tanto como a mi:

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