El Centro de Interpretación del Parque Arqueológico de las Minas de Gavà, está enclavado en el término municipal de Gavà. Lo que hace unos años había sido un descampado, ahora es un edificio imponente. Como dice la Guía del parque Arqueológico Minas de Gavà, “en el año 1997 el Ayuntamiento de Gavà encargó al arquitecto Dani Freixes y al equipo Varis Arquitectes el proyecto del edificio del futuro Parque Arqueológico. En el año 2001 firmó con la Generalitat de Catalunya y la Diputación de Barcelona, al que posteriormente se unieron los ministerios de Fomento y de Cultura y Fondos Europeos. Por último en el 2003, el propio Dani Freixes recibió el encargo de llevar a cabo el proyecto museográfico del Parque Arqueológico, que puede visitarse actualmente”. Finalmente, el Parque Arqueológico se inauguró el 3 de febrero de 2007.
Centrándonos en el edificio que da cobertura al yacimiento arqueológico, diremos, como apunta la Guía que, “la estructura del edificio simboliza una valla que, como si se tratara de unos límites de terrazas de la topografía, guardan algo misterioso en su interior. Con el fin de liberar las fachadas de aberturas domésticas que resultarían incompatibles con este trato deseado, la presencia de unas rendijas de luz en los límites de la cubierta permite el contacto con el exterior de los espacios que así lo requieren”.
Para aquellos que disfruten de la arquitectura, conviene recordar los diversos premios que tiene edificio tan singular. El primero de ellos, sería el Premi Nacional de Cultura de 2007, que la Generalitat otorgó a Dani Freixes. El segundo sería el Diploma Turístic de Catalunya 2007. El tercero fue un premio de arquitectura, el Premi d´Arquitectura 2007 dels socis d´Arquinfad. En 2007 también le fue concedido el Premi Museología, concedido por la Associació de Museòlegs de Catalunya. Y en 2008 recibió la nominación a los Premios Europeos Museum of the Year Award (EMYA).
La organización interna del museo es clara: un jardín neolítico, un espectacular audiovisual introductorio –con la voz castellana de sir Anthony Hopkins-, una mina original de variscita, un laboratorio del medio natural, otro laboratorio de tecnología –para saber como hacían los objetos en el neolítico-, un laboratorio del ser humano –una suerte de taller antropológico ad hoc-, y una reproducción de la mina, con un impresionante audiovisual al respecto.
El Centro de Interpretación es sobretodo didáctico, y prueba de ello son las salas de talleres que hay en el. Existe la posibilidad de realizar numerosas actividades dirigidas a escuelas y particulares. No han escatimado los medios y recursos a la hora de levantar el edificio, y los beneficiados de ellos han sido las personas con discapacidad sensorial. Existe un módulo sensorial para personas con dificultades visuales.
