lunes, 1 de noviembre de 2010

Descendencia


¿Quien no se ha preguntado alguna vez por sus antepasados? En un intento por emular a las grandes familias europeas, de origen noble, muchos de nosotros recogemos toda la información sobre nuestros progenitores, y como mucho, llegamos a la segunda mitad del XIX. El Registro Civil estatal (1871) tomó el relevo del Registro Parroquial, no dejando de existir este último con la laicización que sufrió el Estado, a raíz de la "Gloriosa" revolución de 1868.
Si comparamos nuestros orígenes, es decir, el origen del común de los mortales, con el de las principales familias aristocráticas europeas, observaremos con envidia, o admiración, como muchas de ellas se pierden en la oscuridad de la Edad Media. ¡Cuantas generaciones! –nos decimos admirados.
Pero hoy queremos hablar de una gratísima excepción. No es una familia de origen europeo, tampoco americano o africano. Su origen esta en China, en el siglo VI a.C, y su nombre ha pasado a los anales de Clío por una obra portentosa, Los cuatro libros (Analectas, El libro de Mencio, La gran enseñanza y El justo medio). Su nombre, huelga decirlo, es el de Confucio o Kong Fu zi (Maestro Kong).
Se estima que en el año 2009, ¡existen dos millones de personas descendientes del Maestro! ¡Qué gran familia!
Para más información, consultar la página web: http://www.bbc.co.uk/mundo/cultura_sociedad/2009/09/090924_1319_confucio_gtg.shtml

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